Para configurar Un lugar extraño Rosario López realizó una libre disposición de piezas que provienen de diferentes estadios de su trabajo, de diferentes tiempos y espacios. La sumatoria de patrones, trapezoides, paralelogramos, líneas, volúmenes, trazos, bordes, moldes, recortes y costuras, arman un entorno de nuevas relaciones y asociaciones. Una exposición, como la tierra misma —mejor, como el universo— se configura capa sobre capa, con vacíos entre una y otra. «¿Qué devendría del vacío del espacio?» —se preguntaba Martin Heidegger (“El arte y el espacio”, 1969).