Como profesora de escultura en la facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, conformé un semillero de investigación en artes conformado por cinco jóvenes creadores y un filósofo Neozelandés radicado en Viena.
A partir del análisis de un archivo fotográfico, el grupo realizó una serie de prototipos escultóricos, dibujos y reflexiones teóricas alrededor del asunto del paisaje. La idea fue la de estudiar detalladamente una serie de fotografías capturadas en el Cabo Raúl en Tasmania, Australia, analizando las fuerzas invisibles que allí aparecen y cómo estos fenómenos naturales pueden definir los conceptos de borde, de límite y de frontera. El estudio de las imágenes del acantilado, arrojó muchísimos interrogantes para el equipo de investigación y permitió ahondar en temas como la oscilación, la incertidumbre y el desequilibrio para entender con ello problemas del oficio escultórico en la contemporaneidad.
Se realizó una exposición en el estudio Manzana K, en Bogotá, donde se presentaron los resultados al público y posteriormente, las memorias de la investigación fueron recopiladas en un catálogo titulado ‘La Tierra Importa’.